1. Abre los ojos suavecito, no vaya a ser que la bestia se haya despertado antes que tú y te esté mirando dormir placenteramente. Si tuviste la fortuna de que fuera así, el tener los ojos entrecerrados despistará al enemigo y deberás hacerte el dormido un rato más, pero esta vez deberás pretender que tienes la pesadilla más escalofriante de tu vida. La lástima que generes en el enemigo, hoy será tu aliada.
  2. ¿Te acuerdas de todas las veces que viste Karate Kid? Úsalo. Si por suerte sigue dormida, sal de la cama lo más rápido y ninja posible,de ninguna manera querrás ser lo primero que vea cuando abra los ojos porque, en el instante que dura la recapitulación de la noche anterior, tu cara, que está de fondo, será vinculada automáticamente a la sensación del vívido flashback que experimentará ella. Todo esto gracias al fenómeno y casi súper poder poseído por toda mujer que nos permite saltar en el tiempo – sin ayuda de máquina – y entonces, la pelea habrá sucedido en ese instante y no la noche anterior. Es decir, acabas de perder 8 horas de mediación y además te dormiste (que es código para <te importa un pepino>).
  3. Primero te haces el loco, luego mueres. Si estás pensando en jugar la del “¿y esa cara, gordita? Si anoche no pasó nada” ríndete antes de empezar. Primero, ninguna de tus composiciones gramaticales en esta mañana deberán incluir la palabra “gordita”. Segundo, para los novatos: SIEMPRE nos acordamos y el que actúes como que no, es tan solo una subestimación de nuestro compromiso a la tarea de hacerte sentir como un cabrón por haber dicho lo que dijiste y, en general, a nuestra condición femenina.
  4. Preocupación, preocupación, preocupación. Todos sabemos que dormiste como un bebé. Ella también lo sabe, pero tú debes hacer tu mayor esfuerzo para convencerla de lo contrario. Una actuación de BAFTA: Muévete con la suficiente agilidad para que parezca que llevas mucho tiempo despierto, y con la suficiente pesadez como para transmitir tu sensación – así sea ficticia – de profundo arrepentimiento.
  5. Calladito es más bonito. Tú, hoy, deberás ser un fantasma. No te atravieses, no hagas ruido. Si sufre de rinitis o alergias, viejo has algo. Hoy todo sonido emitido por tu cuerpo es insoportable para ella. Además son acumulativos, así que en el algún momento esa vaina estalla. Por su parte, deberás aguantar porque ella va a suspirar todo el día y a carraspear la garganta en señal de fastidio. Créeme, su misión hoy es hacerte saber cuánto le molestas.
  6. Enfrenta a la bestia. Tarde o temprano tienen que tener la conversación, así que actuar como la persona madura que no eres la pondrá en desventaja porque, evidentemente, hoy su arma es el orgullo y no la madurez. Si tú la tomas, será un argumento para el futuro y, cuando la tormenta pase, te podrás desquitar, porque fue ella quien actuó como una niña chiquita. Siéntala, pídele que resuelvan el asunto porque estar peleados hace que la vida sea insoportable.
  7. Todo lo que digas podrá ser usado en tu contra. Después de la última frase, limítate a escuchar. Nada de lo que digas va a ayudar a la situación porque hoy tu mujer es Keanu Reves en El abogado del Diablo. Eres un cabrón y cualquier libro de autoayuda que haya leído en su vida estará ahí para constatarlo. Solo habrá una palabra que, usada de manera correcta, no empeorará las cosas:
  8. Perdón, no importa qué debes disculparte. Seguramente ella repetirá frases de la noche anterior, las va a tergiversar, va a decir otras que tu podrás jurar NUNCA dijiste. No importa, viejo. No intentes. La realidad de una mujer es absoluta y hoy esto es más cierto que nunca. Lo único que queda es que le des la razón y aceptes tu desventaja.
  9. Tolera el pasado. Sí. Es horrible. Las mujeres nunca olvidamos nada y, gracias al súper poder del que ya hablamos, podemos traer el pasado a la realidad inmediata cuando sea necesario. Hoy, ella va a ganar la batalla, y la va a ganar bien. Así que se va a valer de todos sus recursos y eso significa TODOS. Así sean antiquísimos. Así haya sido un ex-novio. Tú, hoy, eres todos los cabrones que ha conocido. Sí, te vas a molestar bastante cuando lo haga. Respira. Hablar solo hará que te parezcas a algún otro ex-novio lo que incrementará su furia y confirmará sus argumentos.
  10. ¿Hablaste? Deja así y túmbate. Seguramente después de hablar te estás dando contra la pared por haber dicho la estupidez que sea que dijiste. Mi único consejo es: túmbate. Finge un infarto,  una embolia, un aneurisma… lo que sea y, cuando sea hora de despertar, vuelve al paso 1. Si te parece excesivo, prepárate porque eres Hiroshima y tu mujer… ¿adivina?

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